viernes, 18 de febrero de 2011

La Brecha del Producto

A partir del cálculo del producto potencial -que hemos abordado en una entrada anterior- es posible definir la “brecha del producto”, esto es, la diferencia entre el PIB  y el producto potencial, expresada en términos porcentuales. Este indicador sintético del uso de la capacidad productiva de una economía permite dimensionar la profundidad de una recesión como la del 2002 y el despilfarro de recursos que ello implica, o en caso de ser positivo, el grado de recalentamiento de la economía.

A los lectores habituales de este blog no les llamará la atención el gráfico, porque ya en la primera entrada, a mediados del 2007, planteamos el tema del recalentamiento de la economía, y luego directa o indirectamente hemos hecho referencia a ese marco conceptual para analizar el proceso inflacionario actual. En numerosas oportunidades hemos subrayado que la inflación actual se origina en el hecho de que el PIB ha evolucionado por encima del nivel del producto potencial.

Esta situación puede mantenerse algún tiempo, mientras los trabajadores acepten jornadas laborales más extensas, los productores posterguen el mantenimiento de sus maquinarias, los stocks de mercaderías caigan por debajo del nivel deseado, las reservas de gas y petróleo comiencen a agotarse, y/o el nivel de endeudamiento se torne insostenible. La ilusión monetaria, la sobreexplotación de los recursos, la descapitalización y el endeudamiento permiten producir por encima del nivel potencial, pero tarde o temprano la reversión se producirá con todos los costos sociales que ello conlleva. Por eso los gobiernos eligen conducir la economía a lo largo de la senda del producto potencial, evitando brechas positivas o negativas, de manera a maximizar el bienestar general.

En las tres últimas décadas pueden observarse sistemáticos apartamientos del PIB de su nivel potencial, indicando las malas administraciones macroeconómicas que hemos debido soportar. Existen fundamentalmente tres periodos en los cuales el producto real se ubicó más de un 10% por debajo de su medida potencial: el tercer trimestre de 1985 (comienzo del Plan Austral), los años de la hiperinflación de 1989-1990, y la crisis del régimen de convertibilidad (2002-2003). Por otra parte, el PIB se ubicó por encima de su nivel potencial durante gran parte de la Convertibilidad y en el pasado reciente antes de la crisis financiera internacional.



La motivación de escribir esta entrada surge luego de leer el post de Lucas en la Ciencia Maldita, sin embargo, lo más preocupante no son los errores del gráfico, sino el hecho, de que solo el 10% de los comentaristas sospecha de que hay algo que no cierra en la nota [señalan que no hay compatibilidad entre el gráfico y la idea de demanda agregada recalentada].

Otro distinguido colega, Orlando Ferreres, ya había cometido un error similar en el gráfico de la nota publicada en la revista Noticias del 21/08/2010 bajo el título ¿es progresista emitir tanto?

En ambos casos los autores consideran erróneamente que no es posible superar el nivel del producto potencial, cuando lo que la definición señala, es simplemente que cuando se supera el nivel del producto potencial, lo que ocurre, es que la tasa de inflación se acelera.

El gráfico y la aclaración de esta entrada apuntan a elaborar un correcto diagnóstico de la inflación para poder diseñar la medidas correctivas adecuadas.

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