domingo, 8 de junio de 2008

¿Irresponsabilidad monetaria o irresponsabilidad fiscal?

En varias oportunidades hemos comentado el desmanejo en la política monetaria y su rol en el proceso inflacionario, sin embargo, nunca nos hemos ocupado de lo fiscal. La nota de José Luis Espert sobre la política fiscal de los K publicada en La Nación del domingo 8 de junio se ocupa del tema. El autor es uno de los mejores analistas sobre temas fiscales de Argentina, y fué -junto con Mario Teijeiro- un visionario y crítico de la política fiscal en la Convertibilidad lo que hace que sus opiniones al respecto merezcan ser tenidas en cuenta. Entonces, el origen del problema actual, ¿es fiscal o monetario? En la actualidad, es probable que la culpa sea compartida, sin embargo, hemos hecho incapié en lo monetario, dado que en el 2005 cuando se agotó la brecha del PIB, no había mas razones para seguir impulsando una política monetaria expansiva y por el contrario se imponía un manejo contracíclico que moderase el aumento del consumo. Sin embargo, el Banco Central continuó con su política expansiva y contribuyó a generar un clima de auge y euforia, sesgando las expectativas de los agentes económicos privados y públicos, estimulando el consumo a niveles incompatibles con el crecimiento del producto potencial. En ese contexto, también se imponía un manejo contracíclico de la política fiscal, con incrementos del gasto público inferiores a los incrementos del PIB, lamentablemente la autoridades hicieron exactamente lo contrario -como se describe en la nota- y hoy en día el nivel del PIB está muy por encima de su nivel potencial. Es probable entonces, que el superávit fiscal del 1% del PIB calculado por Espert luzca aún demasiado optimista respecto del verdadero superávit estructural que habría que computar, deduciendo los ingresos fiscales extraordinarios originados en un nivel de PIB superior al nivel de equilibrio de largo plazo. En definitiva, irresponsablidad monetaria y irresponsabilidad fiscal se han retroalimentado conduciendo a la economía a lo largo de un sendero de expansión insostenible. Ya hay signos de que el proceso de corrección ha comenzado y algunos lo atribuirán al conflicto con el sector agropecuario, sin embargo, es necesario tener presente que el mismo de todas maneras se habría producido (más tarde o más temprano) independientemente de la voluntad del gobierno de enfriar o no la economía.

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