jueves, 8 de abril de 2010

El atraso de Roque

Martín Kanenguiser publica en La Nación una entrevista a Roque Fernández y la titula con una supuesta afirmación del ex ministro de Economía de que “Ya existe tanto atraso cambiario como durante la convertibilidad”. Más allá del contenido de la entrevista, que es muy interesante, conviene aclarar el tema del atraso porque el título así planteado y/o la afirmación del ex ministro no luce correcta.
Hay atraso cambiario cuando el tipo de cambio real, esto es el tipo de cambio nominal corregido por la evolución de los precios domésticos y los del resto del mundo, no garantiza la solvencia externa del país en el largo plazo. En consecuencia, de no mediar cambios, el país se verá en un mediano plazo imposibilitado de cumplir con sus compromisos externos.
Esto es lo que ocurrió efectivamente en el 2001 cuando la Argentina se vio obligada a devaluar ya que nadie estaba dispuesto a seguir financiando el déficit de cuenta corriente que superaba el 4% del PIB.
En un trabajo realizado en el 2003 junto a Santiago Pellegrini estimamos el atraso cambiario en los distintos años de la Convertibilidad, tarea que también realizaron Guillermo Perry y Luis Serven del Banco Mundial, en una de las secciones del paper “Anatomía de una crisis múltiple”. Los resultados de ambas estimaciones –basadas en distintas metodologías - se presentan a continuación.

Atraso cambiario en Argentina

El tímido atraso cambiario de 1997 del 6/7% se inició con las devaluaciones de los países asiáticos y se fue ampliando vertiginosamente, en 1999, a consecuencia de la devaluación brasilera, el atraso alcanzó el 35% y finalmente, la Convertibilidad colapsó cuando el atraso superó la valla del 44%.
En la entrevista, Roque Fernández señala:
En la convertibilidad el FMI nos criticaba por un atraso del 7 por ciento y en ese momento se argumentaba que, como acá no había inflación y en Estados Unidos sí, eso se recuperaba rápido.
¿Cómo interpretar estos dichos?
La primera idea es suponer que esas conversaciones ocurrieron en 1997 o en el período previo, ya que posteriormente la magnitud del atraso –como lo indica la tabla- fue más elevada. Una explicación alternativa sería que las conversaciones con el FMI tuvieron lugar en 1998/1999, pero que ni el ministro con su equipo económico, ni el FMI pudieron dimensionar, en tiempo real, la magnitud del atraso. Finalmente, quizás el ex ministro este considerando el tipo de cambio real bilateral, cuando lo que verdaderamente importa es el tipo de cambio real multilateral.
Hoy, gracias a los trabajos empíricos, si queda claro que cuando Roque Fernández dejó el ministerio en 1999 el atraso era del 35% y que la Convertibilidad estaba herida de muerte.
Volviendo a la motivación de la nota, puede defenderse la idea de que en la actualidad existe algún parecido en términos de atraso cambiario respecto a la Convertibilidad, siempre y cuando estemos hablando del período previo a 1997 en el cuál el tema no era relevante, pero sería un error garrafal pretender equiparar la situación actual con la de los últimos cuatro años de la Convertibilidad, en los cuáles el atraso cambiario fue el problema excluyente de la economía.

PD: de todas maneras queda pendiente la tarea de realizar el cálculo del desalineamiento cambiario en la actualidad, para ver si este realmente existe y cuán significativo es. Además, hacia futuro, el tema si puede tornarse relevante en la medida que el gobierno recurra a la equivocada, costosa y monetarista estrategia de anclar el tipo de cambio para controlar la inflación.

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