domingo, 15 de mayo de 2011

Retenciones y enfermedad holandesa

Guillermo Perry aborda el tema de la enfermedad holandesa en un excelente post en Foco Económico, "Los Retos macro-financieros en América Latina". El autor analiza como evitar contagiarse con la enfermedad holandesa que amenaza a la región, aunque en ningún momento se ocupa de las retenciones. Asumiremos nosotros la plena responsabilidad de incluir ese instrumento de política en el debate.

No es un tema menor para un país como la Argentina que durante los períodos 1978 1976-1981 y 1997 1991-2001 se contagió -por distintas razones- de la enfermedad. En la actualidad, el boom de precios de la soja y otros commodities, generan fuertes presiones a la apreciación del peso (disminución del tipo de cambio real), lo que podría afectar el proceso de desarrollo industrial.

El mejor remedio para esta enfermedad es incrementar el superávit fiscal, veamos por qué.

El tipo de cambio real es el precio relativo que equilibra la oferta de dólares generada por las exportaciones netas con la demanda neta de dólares por cuenta capital. Esta demanda neta de dólares o salida neta de capitales, es a su vez, igual al ahorro (privado y público) menos la inversión. El ahorro desempeña un rol clave en el proceso de determinación del tipo de cambio real, mientras más elevado sea el ahorro, más alto será el tipo de cambio real y más competitiva será la economía. Ahora bien, el ahorro depende de la función consumo y de la política fiscal, y el gobierno para incrementar el ahorro agregado debe implementar una política fiscal contractiva (aumentar impuestos o reducir gastos).

Las retenciones a las exportaciones en ese marco permiten generar un mayor superávit fiscal, lo que eleva el tipo de cambio real de equilibrio y actúa como antídoto de la enfermedad holandesa. Ahora bien, si el gobierno dilapida la recaudación por retenciones a las exportaciones en mayores subsidios y mayor gasto público, como ha ocurrido desde 2007, nos exponemos nuevamente a contagiarnos de la enfermedad. 

En definitiva, se podrían justificar las retenciones en la medida que posibilitaran alcanzar un superávit primario de 2% del PIB que nos vacune contra la enfermedad holandesa, sin embargo, las mismas representan un claro caso de mala praxis si los ingresos que ellas generan son gastados en lugar de ser ahorrados. 

Hacia futuro la política óptima consistiría en generar un superávit fiscal primario de 2% del PIB sin la ayuda de la retenciones, pero mientras eso no se logre, eliminar las retenciones sería una mala idea. Por el contrario, eliminar todas las trabas burocráticas y demás regulaciones sobre el comercio exterior es imprescindible y debe hacerse inmediatamente, de hecho, eliminar las restricciones cuantitativas a las importaciones elevaría el tipo de cambio real.

Para completar el cuadro tendríamos que explicar el rol beneficioso de un tipo de cambio real alto para potencial el desarrollo de las postergadas economías regionales, pero por la extensión del tema lo dejaremos para un próximo post.

Nos hemos ocupado en esta entrada del único argumento relevante en favor de las retenciones, que ni el gobierno ni la oposición han sabido dimensionar. El gobierno introdujo en su momento las retenciones por otros motivos, y nunca logró entender cabalmente porqué generaron inicialmente un circulo virtuoso. Luego, nadie le supo explicar a Néstor Kirchner que utilizar la caja para incrementar subsidios y aumentar el gasto público, conduciría inexorablemente a la autodestrucción del modelo productivo. 

Martín Redrado debería haberle advertido que el BCRA no podía comprar sistemáticamente los dólares excedentes con emisión porque eso alimentaba la inflación, y que las compras debían realizarse con recursos genuinos del tesoro, para lo cual era imprescindible preservar el superávit fiscal.

El rol de las retenciones en la industrialización ha sido abordado recientemente por Jorge Vasconcelos y Juan Manuel Garzón en el artículo "Las retenciones no suelen ser factor de industrialización" publicado en La Nación el 13 de mayo. Los autores abordan el tema distinguiendo dos mecanismos:

Por un lado, las retenciones contribuyeron por un tiempo a mantener el tipo de cambio por encima del equilibrio, generando "promoción industrial" para el resto de los sectores. Sin embargo, con la "inflación en dólares" esa ventaja termina diluyéndose.

El otro mecanismo tiene que ver con el abaratamiento de las materias primas para su industrialización local.

Como en la nota los autores focalizan el análisis únicamente en el segundo mecanismo, nos pareció importante ocuparnos del primero para tener una visión de conjunto del problema y no subestimar el problema de la enfermedad holandesa.

Además, en el debate sobre el tema no siempre se derivan las conclusiones correctas al respecto, de hecho, hace dos meses en una nota en La Nación, un distinguido colega prescribió el remedio contraindicado para la enfermedad.

jueves, 5 de mayo de 2011

75º aniversario del IEF

Para conmemorar los 75 años del Instituto de Economía y Finanzas de la Universidad Nacional de Córdoba (mi lugar de trabajo) se organizaron diversas actividades, en particular un panel de Política Económica con tres invitados de lujo, Omar Chisari, José María Fanelli y Saúl Keifman.


Muchas gracias por habernos dedicado su tiempo con esas estimulantes presentaciones.

lunes, 2 de mayo de 2011

Coyuntura económica y elecciones

Ricardo Fonseca nos convocó a Eduardo Gonzalez Olguín y a mi a su programa "Al fin y al cabo", el 12 de abril pasado, a debatir la marcha de la economía y su influencia en las próximas elecciones. Acepté la invitación sabiendo que iba a jugar de visitante y no de local. Aquí está la entrevista
Para la próxima tendré que pedirle al encargado del sonido que no desnivele el campo de juego y me suba el volumen del audio.
A los lectores del blog les debo la explicación de los supuestos y del modelo que utilizo para descomponer, según sus causas, el 24% de inflación actual en:

  • emisión monetaria: 12 de los 24 puntos
  • PIB superior al producto potencial: 6 de los 24 puntos
  • Inercia y otras causas: 6 de los 24 puntos