sábado, 27 de noviembre de 2010

Dirigentes y Políticas Públicas

En Foco Económico, Mariano Tommasi ha publicado una excelente nota titulada ¿porqué a las piñas?, sobre la calidad de nuestros dirigentes y de las políticas públicas.

Algo ya habíamos posteado aquí y también aquí, pero lo que me desvela es que ese comportamiento es generalizado, se observa en la mayoría de las instituciones de la sociedad argentina, y no es monopolio del oficialismo!

Las preguntas que deberíamos tratar de responder son:

¿Porqué los principales cargos de la administración pública nacional, provincial, municipal y universitaria están en manos de operadores políticos con poca sofisticación técnica?

¿Porqué en el juego político, nombrar funcionarios mediocres sigue siendo rentable desde un punto de vista individual, a pesar de que conduce al desatre desde un punto de vista colectivo?

lunes, 22 de noviembre de 2010

A propósito del deterioro social

En una interesante nota en La Nación del miércoles 17 de noviembre, Juan Llach aborda el tema. Luego de repasar los rankings y estadísticas comparativas que proporciona el Informe sobre el Desarrollo Humano 2010, realiza algunas reflexiones sobre las causas del deterioro social de larga data que registra la Argentina y de las políticas para darle solución.

Sus principales causas han sido, a mi juicio, un pobre y muy volátil desempeño macroeconómico con tres grandes impactos negativos. Negar alguno de ellos conducirá a nuevos errores. Primero, la alta inflación desde 1975 que derivó en hiperinflación a fines de los ochenta; luego, el altísimo desempleo originado en parte en algunas de las políticas implementadas para abatir la inflación en los noventa; por último, el final innecesariamente violento de la convertibilidad.

Cada uno de estos golpes resultó en tremendos recortes de los ingresos y del nivel de empleo, sobre todo de los más vulnerables, que en muchos casos actuaron de manera acumulativa, generando situaciones de privación y exclusión permanentes en amplios grupos sociales. A ello se añadió una insuficiente inversión pública en educación, salud, vivienda y promoción y asistencia social.

Para revertir de manera sostenida este largo y penoso deterioro social hay que acordar más políticas de Estado entre gobierno, oposición y sociedad civil, y evitar cometer los mismos errores macro del pasado. […] La inflación ha hecho perder parte de los logros alcanzados previamente en la reducción de la pobreza y también está carcomiendo un instrumento vital como la asignación por hijo. También se siguen acumulando peligrosas distorsiones de precios relativos, que no son amenazas inminentes pero sí de mucho cuidado.

Por eso, lo más importante que puede hacerse ya por los pobres es un programa de estabilización que, bien realizado, no reducirá sino que fortalecerá el crecimiento. A ello deberían agregarse otras claves de la agenda, como la universalización plena de la asignación por hijo; programas mucho más vastos de educación, capacitación e inserción laboral dirigidos a los jóvenes que no trabajan ni estudian …

Muy buena síntesis del problema, con una autocrítica implícita incluida, y con enumeración de futuras medidas correctivas.
En una próxima entrada nos ocuparemos del diseño del programa de estabilización, los ansiosos pueden ir avanzando con la lectura de la opinión de Eduardo Levy Yeyati, quien piensa que la idea del gobierno de una concertación de precios y salarios se queda a mitad de camino.